Hoy asistimos a una nueva entrega de nuestro médico de cabecera el Dr. Jose Ramón Calabuig. Siguiendo en su linea hoy nos trae a esta página algo que, en los últimos años, se ha puesto muy de moda como son los Alimentos Funcionales Fortificados. Leamos, pues, atentamente …

Los Alimentos Funcionales Fortificados son aquellos alimentos a los que se les añade un ingrediente que es bueno para la salud y que no existía en su composición original, por ejemplo la adición de yodo a la sal o de vitamina D la leche.

En otras ocasiones, se trata de aumentar el contenido natural medio del alimento corriente suplementando, significativamente, la proporción de vitaminas y/o minerales,    y/o  proteínas,  y/o aminoácidos esenciales, y/o ácidos grasos.

La industria alimentaria siempre ha estado muy alerta a las demandas de la población, en cuanto a su alimentación y en la elaboración de los alimentos funcionales y por ello se ha fijado en los motivos  por los que la gente se preocupa en temas de salud, por ejemplo:

  • El crecimiento y desarrollo de la primera infancia.
  • La regulación de los procesos metabólicos básicos en relación con el aumento de peso y la obesidad, la diabetes, y la hiperlipidemia.
  • La defensa contra el estrés oxidativo.
  • La fisiología y función cardiovascular.
  • La fisiología y función gastrointestinal.
  • El rendimiento cognitivo y mental, incluido el estado de ánimo y la rapidez de reacción.
  • El rendimiento físico.

Todo ello ha llevado a crear distintos tipos de alimentos funcionales fortificados:

  • Leche maternizada y leches infantiles que persiguen simular la leche materna y están elaborados a partir de leche de vaca enriquecida y tratada.
  • Leche sin lactosa para los intolerantes a la lactosa por no tener la enzima lactasa para poder digerirla.
  • Leche enriquecida con vitaminas A, D y E con el fin de ayudar a la absorción de calcio intestinal para formar hueso y la vitamina D, además, para mejorar la acción antioxidante .Estas vitaminas están muy disminuidas en las leches desnatadas en las que se le ha quitado la grasa y que es indispensable para la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E, y
  • La leche enriquecida con vitaminas B6, B9 y, B12 que facilitan la degradación y metabolismo de la homocisteina que es un aminoácido determinante en la aparición de las enfermedades cardiovasculares.
  • Leche enriquecida con Calcio, mineral esencial para la formación y crecimiento óseo y dentario.
  • Leche rica en Magnesio, mineral esencial para formar hueso  junto con el calcio y que participa también en la recuperación del ejercicio físico y la protección frente al estrés oxidativo.
  • Leche enriquecida en Fibra para añadirla a la dieta habitual y mejorar el tránsito intestinal .
  • Leche enriquecida con ácidos grasos Omega3 y Ácido Oleico con el fin de aumentar su contenido en grasas mono insaturadas como el ácido oleico o poli insaturadas como el omega3 con lo que se disminuye la agregación plaquetar y el riesgo cardiovascular además de aportar lípidos fundamentales para el correcto desarrollo y funcionamiento del Sistema Nervioso Central.
  • Yogures y leches fermentadas que son alimentos a los que se les atribuyen propiedades beneficiosas para su contenido en bacterias lácticas. De entre ellos destaca el kéfir que es una bebida de leche fermentada con “granos de inicio” que son una combinación de bacterias y levaduras que interactúan con la leche para hacer una bebida ligeramente fermentada y que también pueden tomar los intolerantes a la lactosa. El  Kefir es un probiótico más potente que el yogur y permanece más tiempo en el intestino, no precisa de refrigeración para su conservación y es más bebible que el yogur, conteniendo mayor cantidad de microorganismos.

¿Quién puede y debe consumir alimentos funcionales?: Están especialmente indicados en grupos con necesidades especiales como son las embarazadas y los niños, estados carenciales e intolerancias a determinados alimentos, riesgo de determinadas enfermedades cardiovasculares o gastrointestinales, osteoporosis y, también,  en las personas mayores.

Como desventajas hemos de señalar que:

  • Son más caros
  • En ocasiones no son completamente naturales.
  • A veces no se conocen sus beneficios ni sus efectos negativos  a largo plazo.
  • Es evidente es que son alimentos o componentes alimenticios cuyo consumo además de una alimentación básica genera beneficios para la salud y reduce el riesgo de enfermedad.
  • A veces no se conocen los posibles beneficios ni los posibles efectos negativos sobre su consumo.
  • Por último, señalar que en ocasiones estamos, sin querer, medicalizando la alimentación.