“Si deseas probar alimentos funcionales, debes escogerlos de manera inteligente. Además, ten en cuenta que, si bien pueden promover el bienestar, es imposible que compensen los hábitos alimentarios poco saludables”.
(Katherine Zeratsky, Clinica Mayo, Rochester, MN)
Son alimentos que forman parte de la dieta habitual pero que además de su valor nutricional aportan una serie de propiedades que son capaces de mejorar una función del organismo o reducir el riesgo de una enfermedad. Su presentación siempre es en forma de alimento convencional y no como medicamento en cuyo caso serían Nutraceuticos como la Vitamina C en comprimidos.
También se llaman alimento funcional a cualquier alimento natural al que se le añade o quita un componente con el fin de obtener unos efectos beneficiosos para la salud y para ello se modifica o potencia las propiedades saludables de alguno de sus componentes modificando su estructura o su biodisponibilidad y todo ello con el fin de mejorar la salud mediante la dieta.
Deben que tener unas características especiales ya que se presentan como un alimento habitual sin cambiar sus propiedades es decir, serían los alimentos de siempre a los que se les ha manipulado para eliminar, reducir o adicionar algún componente aunque siempre tiene que resultar que la cantidad ingerida sea la habitual en la dieta.
Por lo tanto, ejemplo de alimentos funcionales serían: los productos lácteos, las frutas o los cereales integrales así como los alimentos y bebidas enriquecidas o reforzadas con diferentes nutrientes o con algunos suplementos dietéticos.
Se deben presentar en forma de alimentos de consumo cotidiano y sin producir efectos nocivos para el organismo, aportando, siempre, propiedades nutritivas y beneficiosas tanto para mejorar enfermedades como para prevenirlas.
Los alimentos funcionales se pueden producir en distintas partes del organismo y así, los prebióticos, pueden producir en el intestino ácidos grasos de cadena corta que ayudan al funcionamiento del sistema digestivo y a la prevención de algunas enfermedades pudiendo incluso disminuir el riesgo de cáncer.
Se han demostrado una serie de beneficios de alimentos relacionados con la salud y así los Omega3 y los antioxidantes disminuyen el riesgo cardiovascular, la fibra previene el cáncer de colon y el licopeno el de próstata. La fibra soluble regula las funciones intestinales y disminuye la presencia de glucosa y colesterol en sangre mejorando, por las bacterias lácticas, además el estado inmunológico.
Es evidente que, en el mundo actual, la sociedad ha convertido el comer en un acto médico y se dice, por ejemplo, pásame el tomate que tiene antioxidantes y es bueno para el corazón. Bebo leche desnatada porque tengo colesterol. Tomo verdura para prevenir el cáncer de colon. No tomo embutidos ni grasas porque son nocivas para el corazón.
Al mismo tiempo también se buscan propiedades en los alimentos, tomo lácteos y frutos secos porque necesito calcio, tomo cacao, nueces y almendras porque tienen magnesio o cereales, nueces y marisco porque tienen zinc, los plátanos, las patatas y frutos secos me aportarán magnesio, los cítricos la vitamina C, y la soja y las legumbres verdes vitamina B6
La FDA (Food and Drug Administration de los Estados Unidos) ha hecho una declaración de propiedades saludables como son: el aporte de calcio en la osteoporosis; el disminuir el sodio en la hipertensión; Las grasas saturadas y el colesterol empeoran las enfermedades coronarias; la fibra de avena integral mejora la enfermedad coronaria; la fibra, frutas y hortalizas previenen el cáncer; el azúcar favorece la caries dental; las proteínas de la soja y los esteroles mejoran la patología coronaria.
Todo esto nos llevaría a separar dos conceptos:
- Nutrición Adecuada es la que aporta los nutrientes suficientes para satisfacer las necesidades orgánicas, y
- Nutrición Óptima que además de alimentar proporciona salud por que mejora el bienestar y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades
Alimentos funcionales naturales son la soja, la naranja, la granada o el aguacate que aportan muchas propiedades beneficiosas.
Otro tipo de alimentos funcionales son los que se llaman fortificados es decir, aquellos en los cuales la proporción de vitaminas y /o minerales y /o proteínas y/ o aminoácidos esenciales y/o ácidos grasos es superior a la del contenido natural medio del alimento corriente porque han sido enriquecidos para mejorar sus propiedades.
Según el Códex Alimentario la fortificación o enriquecimiento de alimentos es la adición de uno o más nutrientes esenciales a un alimento con el propósito de prevenir o corregir una deficiencia demostrada de uno o más nutrientes en la población añadiéndoles nutrientes extras que no tienen normalmente y que lo hacemos para darles beneficios adicionales, algunos ejemplos serían las leches enriquecidas con Calcio y Vitamina D o los alimentos enriquecidos con Fitosteroles como el Danacol o cuando a la Sal se le añade Yodo para prevenir el Bocio.
Están especialmente indicados en embarazadas y niños en estados carenciales y en intolerancias alimentarias así como en enfermedades cardiovasculares e intestinales o en la Osteoporosis de las personas mayores.
Hemos de señalar que no todos los alimentos se pueden fortificar como las carnes y sus derivados, los helados ,los alimentos azucarados y las leches fermentadas, bebidas sin alcohol o los polvos para prepararlas, las aguas, aguas bicarbonatadas ni las aguas minerales con o sin gas.