Mi nombre es Inmaculada Llop, soy médico, trabajo en el Centro de Transfusión de la Comunitat Valenciana y todos los días atiendo a los donantes de sangre cuando se acercan a donar o tienen dudas y preguntas sobre la donación, lo que me permite conocer de primera mano las motivaciones que conducen a cada uno de ellos a donar sangre.

Mi relación con la donación de sangre comenzó hace muchos años, pues mi madre ya era donante de sangre y un par de veces al año me decía: “Me voy al Hospital La Fe a donar sangre”.

Cuando todavía era estudiante de medicina, durante los dos últimos años de mi carrera, trabajé como becaria en el laboratorio del IVO (Instituto Valenciano de Oncología).  Allí es donde conocí en qué consistía exactamente la donación de sangre y como se obtenía en aquel momento.

Estamos hablando de 1980, cuando lo que existía era la “donación de reposición”. Se pedía a los familiares de los enfermos que donaran sangre para reponer las necesidades del banco de sangre, ya que la sangre que se transfundía a sus familiares enfermos, había que reponerla para otros.

De todo esto han pasado muchos años, pero a día de hoy, sigo escuchando las razones que llevan a una persona a hacerse donante. Estas son variadas como por ejemplo: “Devolver la que me pusieron”, “A mi padre le han puesto mucha”, “Si no llega a ser por la transfusión mi hijo no estaría aquí”. También las de mis compañeros cirujanos y anestesistas que donan porque, en su trabajo, cada día la necesitan para que sus enfermos puedan seguir con vida y quieren contribuir a devolver parte de “la que ellos utilizan”. Otros donantes te cuentan que sus padres eran donantes y quieren seguir la tradición familiar o simplemente es algo que deberían enseñar en los colegios y es una obligación moral ya que algún día nos puede hacer falta a cada uno de nosotros.

Viví en el Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana el atentado de Madrid y el accidente de metro de Valencia. Entonces nos dimos cuenta de la magnitud de la donación.

El resumen de todo esto es que lo más importante de la donación, son los DONANTES porque ello se traduce en dos palabras: ALTRUISMO Y SOLIDARIDAD.

                GRACIAS A TODOS POR VUESTRA GENEROSIDAD DÍA A DÍA        

Nota: la Dra. Inmaculada Llop Barea es Médico de los Equipos Móviles del Centro de Transfusión de Valencia.