Me llamo Luis Alamá Ruiz, tengo 56 años, vivo en la playa de Puzol y mi trabajo actual es de comercial en el sector funerario.
Creo que hace unos 30 años, escuchando la radio, comentaban que había una donación de sangre en una famosa discoteca (creo que era Woody), horchata y fartons para después … “el mensaje de poder salvar una vida me caló”, por aquel entonces trabajaba en una farmacia, y me animé.
Pasaron un par de años hasta que fui al Centro de Transfusión al escuchar que necesitaban sangre y ya, a partir de ese momento, me lo tomé, cada tres meses, como un hábito.
Más tarde uno de los médicos, que ya me conocía por mi constancia, me sugirió la posibilidad de donar plaquetas, fue probar un día, (sabiendo que podía ayudar a más gente que con la donación convencional) y me enganché. Nunca mejor dicho. He visto diferentes máquinas y diferentes médicos y enfermeras quienes con su amabilidad hacen que el tiempo de donación pase volando.
Pasó el tiempo y quise involucrarme aún más. Siendo corredor y participando en carreras populares y maratones creé, junto a mi amigo Javi, el C. A. DONA SANG para promocionar la donación de sangre y con orgullo lucimos en nuestras camisetas el lema “DONA SANG”.
En definitiva, con un poco de mi tiempo estoy ayudando a salvar una vida y eso me sigue motivando a donar sangre. Creo son 125 las que llevo y, mientras pueda, ahí estaré.
Mi experiencia después de tantos años es muy gratificante, saber que he podido ayudar a muchas personas me hace sentir bien como ser humano.