Mi nombre es Martín Manceñido, como Donante me siento honrado poder enviar mi comentario a la sección TESTIMONIOS de la página Web de la ASOCIACIÓN DE DONANTES DE SANGRE DE LA PROVICINA DE VALENCIA. Una iniciativa que me parece no solo original, sino muy eficaz, entre otras razones porque una de las mejores formas de fomentar la donación altruista de sangre, además de “predicar con el ejemplo” es amplificarlo, divulgarlo, incluso hacer ostentación y apología de un acto personal, libre y voluntario, pero tan necesario como vital para salvar muchas vidas cada día o posibilitar la recuperación de la salud de otras muchas más. Así tuve ocasión de manifestárselo al Dr. Roberto Roig, como Presidente de la Asociación valenciana.
Muchos de los Donantes aportan su sangre sin más motivación que la de saber su trascendencia, otros muchos tenemos una motivación, una excusa, por ejemplo, la de conocer cómo un familiar nuestro o nosotros mismos hemos sido receptores de este líquido vital. En mi caso escuché desde niño en mi casa, que mi madre había recibido mucha sangre en una grave enfermedad que la arrebató a los 29 años, pero oír lo de la sangre siempre me impresionó, aún sin saber nada especial. Cuando tuve 18 años, hice mi primera donación y luego en mi empresa colaboré como delegado de la Hermandad de Donantes de mi provincia. Eran los heroicos años de los inicios cuando las asociaciones o hermandades trataban de imponer el sentido de solidaridad y formar colectivos en toda España de Donantes Voluntarios y Altruistas, evitando así la inevitable, hasta ese momento, compra-venta de la sangre.
Mi condición de Informático me permitió modernizar la gestión de ese colectivo en mi Asociación ocupando el cargo de Secretario General.
A mediados de los 80 ya los objetivos eran más ambiciosos y generales, así pusimos en marcha federaciones autonómicas y poco después tuve el honor de fundar la Federación Nacional de Donantes de Sangre de la que he sido Presidente ¡¡32 años!! Hasta el pasado año 2020.
En ese medio tiempo la Organización Mundial de Donantes de Sangre me eligió como Presidente, entre 1996 y 2002. Digo todo esto no por presumir, sino por agradecer a los colectivos de Donantes, desde León, mi provincia, la autonómica, la nacional y la mundial, lo que comprendo que es algo excepcional, pero para mí, presidir todas ellas, solo me ha supuesto orgullo y gratitud, por poder trabajar en la promoción y fomento de la donación altruista de sangre en todos los ámbitos posibles.
Con ese bagaje, comprenderéis que no es ningún mérito el que haya conocido todos los avatares del movimiento asociativo y luego la aparición de los Centros de Transfusión como el de Valencia, uno de los primeros de España, con el recordado Dr. Montoro al frente. Esta estructura desde luego modernizó todos los esquemas y garantiza la cobertura de las necesidades en todo momento. No solo eso, sino que estas estructuras técnicas han conseguido que España disponga del control analítico y de la trazabilidad de la sangre donada, la llamada hemovigilancia, mejor del mundo.
Por último, felicitar a todos los profesionales sanitarios valencianos y por supuesto a los Donantes y a la Asociación de Valencia, más a sabiendas que su Presidente, un profesional hematólogo, como es el Dr. Roberto Roig, gran conocedor de todo lo relacionado con la donación y la transfusión sanguínea, lo que es una muy especial y positiva circunstancia.