Me llamo Paula, tengo tres hijos y quiero contaros que desde que nací he estado vinculada a España, siendo hija de padres españoles emigrantes nací en Guatemala, por lo que tengo la doble nacionalidad y lo cual me hace sentir tan guatemalteca como española. Estudie la carrera de Química Biológica y después de varios años obtuve especialidades en Inmunohematología, Medicina Transfusional y Terapias Celulares convirtiéndome en lo que hasta el día de hoy es mi carrera profesional.

En la actualidad dirijo uno de los Bancos de Sangre más grandes de la Seguridad Social en Guatemala. Empezaré por deciros que “mi país de nacimiento tiene un gran déficit de donantes voluntarios de sangre, como muchos países del área latinoamericana, con índices muy bajos y situándose alrededor del 10%”, por tal motivo era imperativo impulsar la donación voluntaria y repetida, cambiando los esquemas y la cultura en torno al tema y fidelizando a los donantes. Desde hace muchos años me dedico a ello e inicie este recorrido por dos vías: la primera y en mi edad mas joven, convirtiéndome en donante para predicar con el ejemplo y la segunda desde mi posición de directora de un Banco de Sangre, impulsando varios programas con estudiantes universitarios y empresas para captar el vital liquido, por lo que diseñé una exposición dentro del parqueo del hospital a la cual le llamamos EXPO-VIDA, donde de forma interactiva se conoce sobre la sangre, los grupos sanguíneos y las necesidades de transfusión que tienen algunos pacientes.

Dado que los bancos de sangre dependen de donantes voluntarios para poder satisfacer la demanda de sangre que se genera en los servicios de urgencias y demás servicios de los hospitales, es esencial que existan mecanismos apropiados y personal capacitado para promover la donación voluntaria de sangre. “Este tipo de donante es aquel donante sin rostro y solidario que se convierte en héroe anónimo para salvar vidas sin esperar nada a cambio”. Para mi en lo personal “la donación voluntaria es el gesto mas grande de amor hacia el prójimo”. Hasta la presente fecha nunca hemos requerido de sangre ni mi familia ni yo, pero cuando te enfrentas a la necesidad empiezas a valorar la función de todas esas personas que tan desinteresadamente donan y que gracias a ellas otras se han podido salvar de accidentes o de ciertas enfermedades, seguro que estos pacientes saben muy bien el significado de haber sido ayudados por otros que hicieron una donación.

Para mi es muy simple, es solo “trabajar en cual es tu nivel de empatía como ser humano y ponerte en los zapatos del necesitado  y cuando se entienda esto la donación fluirá en países que hoy por hoy no tienen la esperanza de los mas avanzados en este tema”, porque las leyes y políticas de algunos Estados poco o nada les ha importado insertar programas que promuevan la practica de la donación voluntaria, empezando por educar desde los mas pequeños, y simplemente cambiar la mentalidad, pues cuando se conoce la necesidad y que la sangre solo se puede obtener de otra persona, estoy segura que “el ser humano que por naturaleza es solidario”, quizás no dona porque no se hacen los esfuerzos suficientes en promover la donación, o simplemente nunca se les ha pedido ayuda a este grupo de nobles individuos explicándoles abiertamente el por que y para que de donar sangre.