Soy Pepa Merino en 2015 me diagnosticaron un cáncer en la sangre  llamado “Linfoma Folicular”. Tengo la suerte de  vivir en Valencia donde tenemos unos hospitales públicos referentes en hematología, que me ofrecieron participar en un ENSAYO CLÍNICO y al poco tiempo estuve en remisión completa.

Pasado los primeros momentos de incertidumbre, angustia, miedo, el no saber a lo que te enfrentas, elegí vivir esta situación con la mejor actitud, día a día, aceptando mi situación y poniendo todo de mi parte para vivirlo de la mejor manera posible. Fué básico contar con un gran equipo sanitario en el Hospital Arnau de Vilanova, un hospital pequeño pero con profesionales muy humanos y que estuvieron y siguen a mi lado junto con mi familia.

Porque el cáncer hematológico es una carrera de fondo, con sus subidas y bajadas y a mí lo que me ayuda es ser flexible, adaptarme a cada momento y no anticiparme, en definitiva, vivir el presente.

El cáncer me trajo cosas muy buenas, sé que puede costar entenderlo, pero así es, enfrentarte cara a cara con la posibilidad de morir en breve te hace abrir aún más los ojos, activar todos los sentidos,  tus prioridades se reajustan , aprendes a vivir día a día, en el camino conoces a gente maravillosa y algo que hoy por hoy me llena, es que me dío el valor de hacerme voluntaria de la ONG ASLEUVAL una gran familia que me acogió y me enseña que dar es algo único.

No quiero terminar sin poner en valor lo “imprescindible” que es para nosotros, los enfermos oncohematológicos , los donantes de sangre, plasma, plaquetas , sin ellos no podríamos superar los largos tratamientos y sin los donantes de médula ósea, muchos de nosotros no tendríamos la posibilidad de seguir viviendo.  Así que MUCHAS GRACIAS por su altruismo y generosidad.