Si de algún modo podemos calificar este verano que está a punto de finalizar, tan sólo quedan 10 días para la llegada de otoño, es diferente o como alguien me decía hace unos días es todo raro.
Nosotros, desde el Centro de Transfusión, hemos tenido que seguir “tratando” de dar cobertura adecuada a la demanda hospitalaria y, la verdad es que, nos ha costado muchísimo esfuerzo mantener las reservas en productos lábiles en las mejores condciones posibles. Sin embargo, los donantes han estado ahí, con nosotros, al pie del cañón.
No obstante lo anterior, y más a trancas que a barrancas, las necesidades hospitalarias se han visto adecuadamente cubiertas y, ahora, con la entrada de septiembre parece que volvemos a “respirar”, de momento, con menos dificultades.
Evidentemente todo va a girar en el cómo se comporte la pandemia de COVID19. Esta situación, de la que desconocemos tantas cosas, va a marcar un antes y un después en nuestras vidas y también en el entorno de la donación voluntaria de sangre.
Hechas estas consideraciones me gustaría destacar simplemente unas pocas cosas y que no son más que los resultados obtenidos, en donación de sangre, en el periodo que abarca del 1 de julio al 31 de agosto:
- Han acudido a donar más de 18000 personas de las que han podido hacerlo alrededor de 16500. De éstas 1169 lo hacían por primera vez.
- Hemos podido dar cobertura adecuada a las necesidades hemoterápicas de casi 50000 pacientes.
Ahí están los números que señalan la solidaridad y generosidad de nuestros donantes. A todos ellos muchas gracias. Especialmente a los que por primera vez se han subido al carro de la solidaridad.